El proyecto se divide en tres zonas con distintos ambientes claramente diferenciados como son el Salón de Fiestas con más de 400m2 de recorrido, la Terraza y el Restaurante Exterior.
El edificio existente se camufla/oculta con una piel metálica de 150x70cm y 5mm de espesor que envuelve la entrada principal y actúa a la vez como cubierta de entrada. Esta piel tiene perforaciones a modo de círculos, elipses y óvalos que dejarán pasar la luz que sale del interior. El acabado final de la superficie es una textura que recrea los matices de La Concha (la montaña más importante de la ciudad). La idea en todo momento es crear un edificio característico de día y emblemático de noche. Eso puede ser un elemento natural de día y casi algo escultórico de noche.
En este tipo de proyectos Archi-Dom siempre coloca elementos que dan carácter exclusivo e icónico al local. La idea es dejar tu marca. Algo que con un rápido vistazo todo el mundo sepa de qué local se está hablando. No son solo los logotipos los que marcan, por ejemplo, inventamos los elementos decorativos «paraguas» que organizan los espacios e integran fluidamente el interior con el exterior.