Ubicado en Ibiza, el proyecto se articula en dos intervenciones: la reforma integral del Hotel Marsol y la creación de un exclusivo Beach Club frente al mar. En el hotel se redefine la distribución de habitaciones con espacios abiertos y funcionales, apostando por un estilo orgánico donde piedra, madera y tonos neutros generan ambientes cálidos y acogedores.

En el exterior, la actualización de carpinterías y revestimientos dota al edificio de modernidad sin perder su esencia. El Beach Club prolonga esta estética con pérgolas de madera, brezo, mobiliario seleccionado y una decoración en sintonía con el paisaje.

La disposición estratégica de barras y vegetación crea atmósferas diversas, enriqueciendo la experiencia del visitante.