Un complejo que cuenta con una programación que se desarrolla durante todo el año, gracias a la estrecha conexión que mantiene con su entorno y las actividades que en él se desarrollan.

La arquitectura se concibe a partir de dos volúmenes como si fueran rocas, erosionadas por el paso del río, que se sucederán en el resto del conjunto residencial.

El juego de luces y sombras actúa como el sonido y el silencio dentro de la música, por un lado, están los elementos que transmiten el mensaje, y por otro, los que nos permiten entenderlo.

El edificio aspira a ser una experiencia completa, en la que la principal actividad es el mantenimiento del cuerpo y la mente de los usuarios.